A 100 años de la llegada del automóvil, uno pensaría que debe estar resuelto el tema de los siniestros viales. En 100 años llevamos cientos de millones de fallecidos, causados directa o indirectamente por vehículos a motor.
Ya no podemos hablar de accidentes. Son atropellos, choques, colisiones, siniestros, homicidios culposos, negligencia. Un accidente es un hecho fortuito, impredecible e inevitable, y ya nosotros sabemos exactamente cómo se evitan los siniestros viales pero ELEGIMOS HACERNOS LOS PENDEJOS y microanalizar los hechos para señalar "responsables" basándonos en leyes de tránsito hechas a la medida de fabricantes de autos y su negocio.
Muchas veces estuvimos cerca de prohibir los autos en entornos humanos, porque no hay merma en el número de muertos y lesionados. Los grandes fabricantes de autos e industrias relacionadas comenzaron a hacer campaña para poder vender sus productos: Plantearon en EEUU de postguerra el diseño urbano que tenemos hoy día, en el que el auto privado es la estrella. Se han dedicado a cabildear para introducir lo impensable: la responsabilidad (culpabilidad de hecho) del peatón y de otros usuarios vulnerables en siniestros viales donde participan automóviles. Aquí como buenos lacayos del imperio hemos adoptado el "sueño americano" de casa propia desconectada con terreno en suburbios, y la "libertad" de ir en carro a todos lados.
Se cambió el lenguaje con que abordamos el tema, al mismo tiempo que quitaron al peatón su espacio. Ahora es el sagrado automóvil el dueño de poblados y ciudades. Nuestros hijos ahora deben estar encerrados y supervisados 100% del tiempo que no incomoden a los sagrados automovilistas. Nuestros ancianos también, encerrados y supervisados todo el día, porque al sagrado conductor no hay que demorarle el viaje ni causarle inconveniente alguno...
Opino que ningún usuario vulnerable de las vías debe recibir culpa o responsabilidad al ser atropellado. Los automóviles son misiles con ruedas, guiados por humanos que se equivocan. Objetivamente todo el peligro de lesiones o muerte lo trae el automóvil a cualquier escena, mientras más grande y pesado mayor es el peligro. Los autos son los últimos en llegar al espacio humano, ¿por qué merecen toda esta consideración por encima de los usuarios originales del espacio público?
La educación vial NO SIRVE PARA NADA. 100 años con cientos de millones de víctimas lo comprueban. Lo único que funciona es sacar a los automóviles de entornos humanos. Lo que funciona es la infraestructura hecha para protegernos de nuestros errores (el despliegue indiscriminado del auto ha sido un error). Donde no sea práctico, entonces se les restringe el espacio, la maniobra y la velocidad para proteger a los humanos y animales que hacen pleno uso del espacio público.